martes, 29 de enero de 2013

Aurora Boreal en Barcelona - 1938

Durante la Guerra Civil se avistó una aurora boreal en Barcelona como la que se cita en la novela El magnetismo del viento nocturno, y aunque ocurriera casi 150 años más tarde, quienes vieron aquellas luminosidades rojas en el cielo del 25 de enero de 1938, inexplicables por su intensidad y la hora en la que se producían, no podían más que relacionarlas, como en el s.XVIII, con augurios nefastos. Barcelona era entonces bombardeada asiduamente por la aviación fascista y pronto cientos de miles de sus vecinos y refugiados, que provenían de otras zonas de España, emprenderían la huida hacia Francia, acosados y atemorazidos por el avance del ejército de Franco. Más allá de la frontera les esperaban los campos de concentración en la playa, azotados por el viento, sin agua ni comida, y luego una nueva guerra. “La aurora de sangre” se confirmó entonces no sólo una imagen poética con la que explicar un fenómeno celeste, fue la realidad en la que muchos dejaron sus vidas.

Barcelona (1930-1940). Autor: Adolfo Zerkowitz
Barcelona 16, 17 y 18 de marzo, durante los persistentes bombardeos
Fuente : wordpress

Más información sobre la aurora boreal de 1938 aquí.

miércoles, 16 de enero de 2013

Presentación de la novela

El próximo 23 de enero tendrá lugar la presentación de El magnetismo en la antigua sede de l'Hospital de la Santa Creu de Barcelona, hoy Biblioteca de Catalunya, donde se desarrollan algunos episodios de la novela.





martes, 15 de enero de 2013

Acerca de las pastillas de carne

Unos días atrás habían abordado un barco de un patrón catalán llegado de Buenos Aires, transportaba un cargamento de carne salada, 800.000 duros para el Rey, además de varios barriles con pastillas con esencia de caldo. Los corsarios habían robado los duros y las pastillas que eran comida milagrosa para mantener al ejército. 

El magnetismo del viento nocturno, p. 180

En las páginas del Diario de Barcelona del día 16 de octubre de 1792 encontramos un anuncio que recoge la llegada de las pastillas de carne desde Buenos Aires y explica las virtudes de este compuesto:



La exportación de productos ganaderos fue tradición en el Virreinato del Río de la Plata desde el siglo XVII y comienza con la exportación del cuero del ganado cimarrón, pero el desarrolllo de las vaquerías del siglo XVII se continuó en la instalación de saladeros, curtiembres y, lo que parecería inverosímil, con las fábricas de pastillas de carne a finales del siglo XVIII. La «REAL FABRICA de PASTILLAS» se instaló en unos terrenos del barrio de Almagro (hoy calle Rivadavia y Liniers) y que entonces pertenecía a una chacra de unos parientes  de los hermanos Liniers: Santiago y José. Santiago de Liniers, personaje destacado y controvertido de la historia del Virreinato, fue un militar francés al servicio del rey de España (que hizo parte de su fortuna con el transporte de esclavos) y quien importó a Buenos Aires desde Francia la idea de las pastillas de carne. La fábrica funcionó probablemente desde 1789, hasta la época de la guerra de la Convención 1793, cuando a los franceses, residentes en el Río de la Plata, se les hizo más difícil la vida por las sospechas de apoyo a las nuevas autoridades que habían derrocado la monarquía borbónica en Francia.


 Apresamiento de ganado cimarrón en el Buenos Aires colonial
 Casa de Santiago de Liniers, propietario de la fábrica de pastillas de caldo, en Buenos Aires
Este enlace nos da más detalles de la fábrica de pastillas en Buenos Aires.
Ver también: La "REAL FABRICA de PASTILLAS» de los HERMANOS LINIERS" (por José Luis Molinari, Buenos Aires, 1959).



jueves, 3 de enero de 2013

Portada del número 23 de la revista "La serra i la plana"

El intransigente pero melancólico alcalde Pere Oliveros lleva siempre consigo una libreta en la que apunta algunas de sus impresiones y realiza rápidos dibujos de sus conciudadanos. Por cuestiones que no vienen al caso y que forman parte de la trama de la novela, esta libreta quedó depositada en los archivos familiares de la familia Bardolet Grimosachs. En los años 60 del siglo XX, este archivo familiar fue donado a un fondo público de una institución barrial de Barcelona. La publicación que reproducimos se debe al descubrimiento y estudio de estos sencillos dibujos, en lápiz y plumilla, de quien quiso así dejar constancia de los rasgos de algunas personas que para él tenían un significado especial. 


En este número la fundadora de la revista, Liberta Martí, presenta una serie de dibujos sin catalogar hallados entre la documentación diversa del legado Grimosachs-Bardolet, entoces aún pendiente de recibir el adecuado tratamiento archivístico.