Ana Mairena (1)
"El asesinato debía ser realizado de una manera limpia y cuidada", así comienza la novela que hoy volví a encontrar, esta vez entre los libros perdidos en los estantes de mi casa. Creo haberla recogido, por primera vez, en la calle, olvidada entre otros libros de esos que, en estos tiempos, la gente acostumbra a echar a la basura. Aunque por piedad, o respeto hacia aquello que una vez fuera lo más apreciado de un padre o una madre fallecidos ya, los depositan en la acera, o sobre el techo del contenedor azul de papeles. Una cubierta austera de cartón duro, gris verdoso, que continene solo el títilo, la autora y la editorial, y que presumo, en origen, llevaba una sobrecubierta de papel charolado, de esas con solapas y alguna ilustración de aquellas, tan buenas, de la época. No huele a libro viejo, insisto en explicarme ese olor suave, que apenas logro retener. Quizás aún no ha cumplido los años suficientes para madurar hasta llegar a obtener ese aroma dulzón, parecido al Vitiver, que exhalan las páginas amarronadas en el otoño de sus vidas,: hojas de libros, como hojas de árbol. O , tal vez, haya libros que nunca maduran así, igual que las personas, insisten en permanecer inmunes a la experiencia vivida. ¿O se trata de algo exterior a ellos, algo que les imprime quien los lee?
"Los extraordinarios" es su título y Ana Mairena el seudónimo de la autora, una escritora mexicana, finalista del premio Seix Barral del año 1960. Busco en internet su biografía. Leyendo sus respuestas al porqué de sus numerosos seudónimos: "Para no enojar al señor" ( su marido), con su hacer literario. Casada con un político de primera línea, pienso en lo que Gerda Lerner y otras antropólogas explican sobre la pervivencia, durante milenios, del patriarcado en sus múltiples formas, los pactos de conveniencias en las clases dirigentes....
Vuelvo al olor de sus páginas, sí, se intensifica hacia los ángulos apretados por la encuadernación y,en los bordes, se desvanece. Prometo leerlo, con curiosidad, quizás en la playa, si la pandemia lo permite, hoy los proyectos solo pueden tener la perspectiva de un día. Me sorprende el comienzo del libro, y lo que explica la página donde encuentro la biografía de la autora, como si se tratara de la continuación de esa primera línea...
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